El estandarte es un elemento central en las actividades de todas las hermandades de Ánimas del Sureste español, ya que acompañaba cualquier pedida de limosna, también aquellas acompañadas de música y cantos populares, como las que realizan los llamados animeros en los días previos a la Navidad. En algunas poblaciones y aldeas se trataba simplemente de un cuadro con una iconografía a la que nos referiremos más adelante. En Bullas era un estandarte propiamente dicho. En los registros de gastos de la hermandad del año 1751 aparece detallado el coste y los materiales necesarios para su elaboración.
- El lienzo y pintura del cuadro de las Ánimas. 45 reales.
- La seda fina para el cordón y las borlas. 96 reales.
- La manufactura de dicho cordón y borlas. 36 reales.
- La vara y cuarto de damasco negro para el estandarte. 28 reales.
Por estos mismos libros de cuentas de la cofradía sabemos que hacia 1785, el estandarte tuvo que sufrir algún tipo de arreglo o reparación que costó 51 reales.
Tras el fin de las actividades de la Hermandad de las Benditas Ánimas desapareció también este estandarte, pues al parecer no estaba depositado en la iglesia parroquial y no formaba parte de su ajuar. Sí existía una imagen gráfica del mismo en una fotografía de finales de los años 40 o principios de los 50, cuando era portado por un grupo de animeros durante una de sus pedimentas, aunque no se podía apreciar con claridad la iconografía del mismo.
Dentro de la Asociación Animeros de San Blas iniciamos una investigación acerca del posible paradero de esta significativa pieza. Preguntado un descendiente de aquellos antiguos animeros al respecto dijo recordar que en el mismo figuraba un angel pisando una serpiente. Aquella descripción sugería por lo tanto una imagen de San Miguel, pero no podíamos confirmarlo por la poca nitidez de la única fotografía existente.
Sin embargo, una feliz casualidad vino a dar un vuelco inesperado a la situación. Durante una conversación sobre la tradición de los animeros, una persona nos refirió que Don Francisco Páez, quien fuera párroco de Bullas durante la posguerra, había encargado a su padre realizar una copia de la estampa del estandarte de las Ánimas para reemplazar la original, que estaba muy deteriorada por el uso. Tras realizar el encargo, aquel pintor aficionado había conservado la estampa desechada, y aún estaba esta en posesión de su hijo, que desinteresadamente decidió cederla a nuestra asociación.
En la primera foto que vimos de la estampa, aparecía una Virgen del Carmen junto con algunas ánimas entre llamas, en lo que viene a ser la iconografía típica de los estandartes de ánimas, pero que no concordaba con el testimonio anterior que nos habían dado. Sin embargo, cuando al tuvimos en nuestro poder, pudimos comprobar que la tela estaba pintada por ambos lados y efectivamente en el reverso se podía ver una imagen de San Miguel con un pie sobre un demonio en forma de reptil.
La estampa se encuentra ciertamente en bastante mal estado, pero se trata de un raro ejemplo local de pintura antigua sobre tela, por lo que una vez recuperada inesperadamente esta importante pieza de nuestro patrimonio, el siguiente paso será estudiar con las autoridades competentes las mejores opciones para su conservación o restauración.